LA LATA QUE DA UNA LLAVE

De las primeras cosas que decidí hacer una vez me instalé en mi nueva ciudad y en mi nuevo pisito, fue empezar a visitar los distintos gimnasios que habían por los alrededores, para mi hacer ejercicio es tan necesario como el agua y a la vez me iba a servir para no encerrarme en casa las largas tardes de invierno.

Después de voltear, y adecir verdad no mucho, encontré un gimnasio en un polígono industrial. Al parecer, es el gimnasio de moda, ya que ofrece muchos servicios, tipo wifi, pádel y televisión de 10 canales en algunos aparatos de gimnasio, un orgasmo para mi, teniendo en cuenta que no veo la tele.

Me apunté con tres compañeros de trabajo, de esta manera nos hacian un pequeño descuento, y aquí viene el primer contacto con la llave. Después de la inscripción, nos hacen la entrega de un contrato, el cual debemos firmar una copia y entregar la otra en recepción (y si habéis leído bien, un contrato), luego nos piden 20€, y voilá, ya tenemos la llave en nuestro poder.

La llave no es una llave cualquiera, ya que se trata de una llave para todo, y ahora os explico el porque:

El primer día que fui al gimnasio, llegué a recepción y les comenté que era nueva, que me había apuntado hace poco y que aún no me habían dado el carnet, así que como entraba dentro, y me comentaron que no hacia falta carnet, que la entrada se hacia con la llave, así que la chica de recepción se aproximó hasta la puerta y me enseñó a entrar en el gimnasio con la llave.

Luego en el vestuario la siguiente prueba de fuego, ya que aquí las taquillas no van ni con candado ni con moneda, van magnetizadas con la llave, así que tras 10 minutos poniendo la llave en diferentes posiciones conseguí cerrar mi taquilla.

Luego subí al gimnasio, y allí lo primero que hicieron fue pedirme la llave, ya que en ella programan tu plan de entrenamiento, de manera que cada vez que vas a una máquina tienes que insertar la llave en un aparatito que te comenta que tienes que hacer y cuantas repeticiones debes hacer.

Al finalizar la clase, debes descargar, si te acuerdas, la llave en el ordenador y la muy condenada te indica todos los ejercicios que no has hecho, y allí los deja memorizados, para que cada día que vayas seas consciente que cierto día no acabaste con las dinámicas propuestas.

A lo mejor a alguien le gusta o le apasiona el tema de la llave, pero yo a decir verdad, creo que es un verdadero coñazo. Muchas veces tienes que hacer cola para poder descargar tu entrenamiento, luego debers ponerla bien en la ranura, y que si no haces el ejercicio y luego ella no lo registra y encima te dice que no lo hiciste, y por último, imaginaros lo tonto que te sientes cuando ves a todo el mundo de máquina en máquina con la llavecita en mano...

Pero mi verdadero problema es con las taquillas, no hay día que no invierta más de 10 minutos en cerrar y/o abrir la taquilla, a todo esto ni se te ocurra dejar alguna tira de la mochila colgando,porque entonces se atranca la puerta y por mucha llave magnetica que tengas no abre, así es que si quieres recuperar tu ropa, debes ir a pedirle el favor a la chica de recepción....

y eso te pasa si has conseguido cerrar la taquilla antes, porque aveces después de 10 minutos, para mi tiempo máximo a invertir para este menester, eres incapaz de cerrar la taquilla, ni la que he escogido ni las 10 siguientes, asi que vuelvo a la chica de la entrada y me cometa que aveces las llaves tienen memoria, me comenta que vaya hasta una taquilla la qual no he utilizado nunca, y que desmagnetize allí la llave y luego intente cerrar la taquilla donde esta mi ropa.... y encima va y funciona.

Sin más, que voy a empezar a reivindicar los gimnasios normales, los de toda la vida, sin llave, que al final, servir sirve para algo, o no cuentan las caminatas que tengo que hacer para pedir socorro a la chica de la entrada.