2 DONDE VAS ITA: UN SÁBADO CUALQUIERA

UN SÁBADO CUALQUIERA

18 octubre 2008


Pues si, esto es lo bonito que tiene vivir en Coroleu 66, i es que un sábado cualquiera, después de una cena a base de pinchos y vinos con las amigas, te llama una colega y te dice si puede venirse a comer a casa, que está por Sant Andreu de compras, pero eso si, tiene que ser antes de las 16h porque tiene que marcharse.

Pues bueno, ante tal proposición no puedes decir que no, y más teniendo la nevera llena de pinchos y vino que sobraron la noche anterior, pero con una pequeña gran diferencia, que muchos de ellos hoy estan más ricos que ayer, ya que estan reposados.


Con una puntualidad inaudita llaman a al puerta y allà està Sonia, con unas bolsas del caprabo. Nos enseña un café de Etiopía y Mar y yo le comentamos que hoy a comer vamos a ser cuatro. Nosotras tres y un invitado de última hora, Álex después de mucho trabajo, vuelve a nuestro humilde hogar para visitarnos.

Sonia, en lugar de sentarse en el sofá un ratín, nos pide la cocina y empieza a sacar ingredientes de la bolsa, y a una pequeña voz de mando empieza.... necesito un turmix, a también necesitaré un huevo... bueno no se si con uno bastará, así que...Mar por favor ves a buscar huevos a la tienda de abajo.

Empieza a hacernos un Tiramisú.... por cierto, que en su momento perdió en una apuesta. Este será epostre d nuestra comida. Nosotras encantadas. Luego nos pide una copa, y empieza a montar el Tiramisú en una de nuestras copas de cóctel, y el resultado pues lo dejo en la foto.

Mientras el suculento postre va tomando frío, nosotros preparamos unas ensaladitas templadas, con una vinagreta de miel, Sonia lo siento, però es que la miel artesanal es más buena pero menos pràctica. Ponemos los pinchos en la mesa.

Pasamos una agradable comida, hablando de lo uno y de lo otro, y mientras esperamos que Álex termine de comer. Nosotras estamos ansiosas por tomar nuestro postre.

Finalmente sin apenas poderla ofrecer un café la chica se tiene que ir, son las cuatro y cual cenicienta debe de huir de Coroleu, vaya a ser que su carruaje se transforme en calabaza, y para que la história no se quede coja, se deja su preciado café de Etiopia.... però vuelve volazmente en su búsqueda.

Una agradable comida, con sorpresa y buena compañía, así que Sonia, puedes volver cuando quieras, si nos haces Tiramisú mejor, y piensa que has sido afortunada, has disfrutado de un medio día con los habitantes originales de Coroleu, otro día tiene que ser con los actuales.

Lo dicho, gracias por el Tiramisú

1 comentario:

Tot Montmeló dijo...

No si... vaya festins!

PD: tu vas escrivint entrades... però la que hem deus a mi no arriba eh... ¬¬