HVERAVELLIR – VARMAHLÍO
Etapa 3: Hveravellir - Varmahlio 111,7 km
Km totales: 322,8 km
Consigo abrir los ojos y nuevamente está lloviendo fuera.... buff, con la paliza de ayer a ver que hago hoy. La história se repite, salgo al baño y realmente lo que cae es un xirimiri. Me acerco al albergue, que ya está abierto y me encuentro un verdadero paraíso, calentito, confortable con un buffet libre de desayuno....
Indico que llegué tarde ayer por la noche y que quiero pagar el cámping.... me ofrecen el buffet y evidentemente no me lo cuestiono, me lo merezco después de lo de ayer y hay tostadas con mantequilla, pan con tomate, pimiento, queso....un manjar.
Pregunto por los autobuses para salir de allí, no me apetece para nada repetir la paliza de ayer con lluvia. La chica me indica que hasta las 14:00, así que tengo tiempo suficiente para descansar.
Mientras estoy desayunando me encuentro otro ciclista que está haciendo la ruta pero en sentido contrario, me indica que en realidad lo que me queda es más bien cuesta abajo, que el viento lo tengo favorable, que el lugar de los lagos es precioso.... me anima y me vengo arriba mientras desayuno, venga vamos a por ello, lo peor que puede pasar es que me recoja el autobús de las 14:00 a mitad de camino.
Agarro fuerzas con el buffet libre, recojo la tienda en medio de la lluvia y el viento y me dispongo a salir con la bici bajo la lluvia nuevamente. Al poco rato deja de llover y la carretera horrenda de ripio, tras 10 km también desaparece.
Me cruzo con varios ciclistas que van en dirección contraria, como siempre. Yo voy veloz, tenía razón el chaval, el camino es mucho mejor, tendencia a bajada y viento a favor y lo mejor de todo, es que el camino es precioso sobretodo cuando llegas a la zona de los lagos de Blöndulón y a medida que bajas más mucho más bonito es todo...... menos mal que me ha convencido, si no en el autobús me hubiera estado maldiciendo y más teniendo en cuenta el buen día que se ha quedado en la zona.
Finalmente llego a un fantástico valle glacial, para mi adentro pienso que en 10 km se acaba la travesía del desierto, y que en verdad tampoco ha sido tan mala.... visto desde lejos claro. Cuando estoy a punto de tomar la carretera N1 me pasa el autobús.... ya lo siento lo he conseguido yo solita!.
La verdad es que voy muy bien de tiempo así que entre quedarme en el primer camping que encuentro hasta Varmahlio hay 20 km, así que me pongo a darle al pedal al puertecito de montaña que tengo justo en frente.... que pina bastante, pero una vez coronado una bajada preciosa con vistas al fiordo.
En un mirador encuentro otro cicloturista de subida, va con prisa, se ha enterado que anuncian tormentas en el desierto y lo queire pasar..... pues ala vez dándole que éste mérito ya me lo he apuntado yo.
Llego a Varmhalio contenta, busco el camping y los indicadores tiran hacia arriba...subo, continuo subiendo, y continuo subiendo, dejo de estar contenta y más allá del pueblo encuentro el camping. Si no fuera porque está muy arriba sería perfecto.... y con la cantidad de terreno que tienen en la parte de abajo.... pero bueno.
Planto la tienda y de repente salta una piedra de su interior... esta mañana con las prisas me he llevado una de las piedras que he utilizado para que no se volara el toldo.... esto es la hóstia.
Como en todos los campings de Islándia tu te plantas donde quieres y al cabo de un rato ya pasa alguien a cobrar. Esta vez era una chica que me ha comentado que estaba siendo afortunada con el tiempo, ya que en el sur estaba lloviendo mucho y ahora el norte le tocaba unos cuantos días de buen tiempo. Bueno pues si es así de ahora en adelante, yo firmo, porque ahora mismo mi traje de ciclista es siempre la ropa de lluvia, porque por las mañanas siempre me llueve y me llevo la tienda mojada.
Me ducho, preparo la cena y mañana ya iré al supermecado a comprar un yougurt.... que evidentemente está abajo de todo del pueblo y a estas alturas paso de volver a subir las rampitas con la bici, aunque sea sin alforjas.
Etapa 3: Hveravellir - Varmahlio 111,7 km
Km totales: 322,8 km
Consigo abrir los ojos y nuevamente está lloviendo fuera.... buff, con la paliza de ayer a ver que hago hoy. La história se repite, salgo al baño y realmente lo que cae es un xirimiri. Me acerco al albergue, que ya está abierto y me encuentro un verdadero paraíso, calentito, confortable con un buffet libre de desayuno....
Indico que llegué tarde ayer por la noche y que quiero pagar el cámping.... me ofrecen el buffet y evidentemente no me lo cuestiono, me lo merezco después de lo de ayer y hay tostadas con mantequilla, pan con tomate, pimiento, queso....un manjar.
Pregunto por los autobuses para salir de allí, no me apetece para nada repetir la paliza de ayer con lluvia. La chica me indica que hasta las 14:00, así que tengo tiempo suficiente para descansar.
Mientras estoy desayunando me encuentro otro ciclista que está haciendo la ruta pero en sentido contrario, me indica que en realidad lo que me queda es más bien cuesta abajo, que el viento lo tengo favorable, que el lugar de los lagos es precioso.... me anima y me vengo arriba mientras desayuno, venga vamos a por ello, lo peor que puede pasar es que me recoja el autobús de las 14:00 a mitad de camino.
Agarro fuerzas con el buffet libre, recojo la tienda en medio de la lluvia y el viento y me dispongo a salir con la bici bajo la lluvia nuevamente. Al poco rato deja de llover y la carretera horrenda de ripio, tras 10 km también desaparece.
Me cruzo con varios ciclistas que van en dirección contraria, como siempre. Yo voy veloz, tenía razón el chaval, el camino es mucho mejor, tendencia a bajada y viento a favor y lo mejor de todo, es que el camino es precioso sobretodo cuando llegas a la zona de los lagos de Blöndulón y a medida que bajas más mucho más bonito es todo...... menos mal que me ha convencido, si no en el autobús me hubiera estado maldiciendo y más teniendo en cuenta el buen día que se ha quedado en la zona.
Finalmente llego a un fantástico valle glacial, para mi adentro pienso que en 10 km se acaba la travesía del desierto, y que en verdad tampoco ha sido tan mala.... visto desde lejos claro. Cuando estoy a punto de tomar la carretera N1 me pasa el autobús.... ya lo siento lo he conseguido yo solita!.
La verdad es que voy muy bien de tiempo así que entre quedarme en el primer camping que encuentro hasta Varmahlio hay 20 km, así que me pongo a darle al pedal al puertecito de montaña que tengo justo en frente.... que pina bastante, pero una vez coronado una bajada preciosa con vistas al fiordo.
En un mirador encuentro otro cicloturista de subida, va con prisa, se ha enterado que anuncian tormentas en el desierto y lo queire pasar..... pues ala vez dándole que éste mérito ya me lo he apuntado yo.
Llego a Varmhalio contenta, busco el camping y los indicadores tiran hacia arriba...subo, continuo subiendo, y continuo subiendo, dejo de estar contenta y más allá del pueblo encuentro el camping. Si no fuera porque está muy arriba sería perfecto.... y con la cantidad de terreno que tienen en la parte de abajo.... pero bueno.
Planto la tienda y de repente salta una piedra de su interior... esta mañana con las prisas me he llevado una de las piedras que he utilizado para que no se volara el toldo.... esto es la hóstia.
Como en todos los campings de Islándia tu te plantas donde quieres y al cabo de un rato ya pasa alguien a cobrar. Esta vez era una chica que me ha comentado que estaba siendo afortunada con el tiempo, ya que en el sur estaba lloviendo mucho y ahora el norte le tocaba unos cuantos días de buen tiempo. Bueno pues si es así de ahora en adelante, yo firmo, porque ahora mismo mi traje de ciclista es siempre la ropa de lluvia, porque por las mañanas siempre me llueve y me llevo la tienda mojada.
Me ducho, preparo la cena y mañana ya iré al supermecado a comprar un yougurt.... que evidentemente está abajo de todo del pueblo y a estas alturas paso de volver a subir las rampitas con la bici, aunque sea sin alforjas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario