Tocaba pasar la revisión de los dos meses a mi pie, así que esta vez hicimos un TAC para ver como estaba mi injerto creciendo en mi tobillo y evaluar los siguientes pasos a llevar a cabo, y esto lo digo literalmente!.
Pues bien, voy a buscar el TAC y me presento en la consulta de mi médico preferido, había hecho un trato con su secretaria, y es que por overbooking me permitía ir sin cita previa, y eso es lo que tiene ser una VIP en su consulta. Hay que decir que esta distinción me la he ganado a pulso.
Pues solamente llegar, abre la puerta para despedir a su visita y me hace entrar, un poquito de cachondeo con el chico anterior, y yo que impongo mi posición de VIP.
Entramos en la consulta y mira mi TAC, está bastante contento, ya que el injerto ha calcificado en la mitad del tobillo, sobretodo en la parte inferior, mientras que en la parte superior, justo donde tengo los mayores dolores, me comenta que aún le falta un poquito, pero que paciencia, que crece a buen ritmo.
Luego me hace ir a la camilla, toca revisión directa del pie. Mientras me desabrocho mi fantástica bota walker él me va leyendo el diagnóstico del TAC. Le escucho sin entender mucho, ya que yo me pierdo entre tanta palabrota médica, y él que se da cuenta y me hecha bronca, a la que justamente le respondo, que al ser mujer puedo hacer varias cosas a la vez.
Mira mi pie, está muy contento con la cicatrización de los puntos, y es que al pobre, algún mérito le tenemos que dar después de dos años de sufrimiento.
Remueve el pie, lo estruja y lo estira. Esta muy contento con los avances conseguidos en la movilidad, ya que la vertical está casi al 100%. La lateral aún duele, así que continuaremos sin tocarla. Por otra parte me tranquiliza, me comenta que la zona operada es muy sensible, des del punto de vista que el hueso está muy superficial, y por tanto el contacto de la zona afectada es dolorosa.
Ahora es cuando el médico se acelera y me comenta que despues de 2 meses y 7 dias sin tocar pie a suelo, debo abandonar una muleta y empezar andar, a lo que yo le comento que ni hablar, que me duele todavía como para hacer una locura tal.
Por primera vez en casi dos años, los papeles se han intercambiado, acostumbrados estabamos de yo apretar el acelerador y él el freno, y ahora al revés, así que desconcierto total en la consulta.
Finalmente me voy, conenta por abandonar la bota walker y por las buenas noticias aportadas, ya puedo andar y poner los dos pies en el suelo, pero mis preocupaciones con los dolores continuas, así que habrá que tener un poco más de paciencia, que de esto parece ser que tengo y mucha.
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