ARTRODESIS SUBASTRAGALINA

No hay vuelta atrás, había que actuar y de forma relativamente ràpida, los dolores empezaban a ser suficientemente dolorosos y ya no me permitian realizar una vida de las que llamamos normal.

El jueves por la mañana ingresé nuevamente en la clínica Teknon, había overbooking en las habitaciones y me hicieron esperar una hora o más en la sala de admisiones. Finalmente conseguí mi habitación, y me acompañaron hasta la planta, donde continué esperando a que la limpiaran por más de media hora más.

La hora de la operación se aproximaba, mi madre empezaba a tener nervios y la comenté que se tranquilizara, si a la hora de mi operación no estaba en el quirófano, el doctor ya se encargaría de gritar a quien fuera, y así fue, 10 minutos antes de la hora prevista, la secretaria de planta recibe una llamada, y oímos como contesta que la chica de la habitación 131 se encuentra en la sala de espera justo delante de ella.

Inmediatamente viene un infermera conmigo que me lleva a la habitación, me da la bata para ir a quirófano, me hace el cuestionario y me toma la tensión y la temperatura a la vez, ahora todo son prisas, lávate la pierna y quédate esperando y te venimos a buscar.... pues ya no me dio tiempo a lavarme la pierna que el camillero estaba esperándome en la puerta.

Bajé a quirófano y mi anestesista y su infermera vieneron a buscarme, me recordaban y entonces sonrieron y me desearon suerte. Mientras me ponían la vía, el médico vino a visitarme, observó mis radiografias y juntos fuimos hacia la sala de operaciones.

Bueno, trabajaron durante casi 2 horas, a mi me pusieron la epidural, pero luego me anestesiaban para que no estubiera despierta, cuando me despertaba, ahí estaba Ion para meterme otra ración de anestesia.

A las 14h volví a la habitación, con una buena noticia, no había clavos en mi pie. Los médicos habían limpiado la zona articular, habían quitado la parte de cartílago mala y habían puesto dos implantes de cartílago en la zona afectada, este había arrelado bien y por tanto habían tapado sin clavos.

A las 16h se despertaron mis piernas de la anestesia y por tanto empezaron los dolores, cada hora o hora y media pedía un calmante, me daba vergüenza, paracía una drogadicta. A media tarde me llamó el médico y le aconsejé que no viniera a verme..... si llego a saber los dolores no me opero, aunque el vino... menis mal que fué justo después de un calmente, que aúnque no me calmaban, me atontaban.

La noche pasó con más pena que gloria, a las 23h me estaban poniendo los calmentes de las 4h de la mañana, y yo le dije a la infermera que evidentemente hasta las 6h no aguantaba, así que ya podía llamar al médico para que me recetara algo y así fue, hacia las 3h me pincharon la primera inyección de morfina y empezé a flipar....si me quedaba algo de gloria, la perdí en esos momentos cuando empezé a vomitar....

Finalmente, por suerte de las infermeras, dormí durante dos horas, hasta que la morfina dejó de tener efecto y empezaron nuevamente los dolores de pie. Aquel día transcurrió sin muchas novedades, visitas, calmantes, más visitas, más calmantes... y mi médico que es más atrevido que un ocho, me visitó pr segunda vez....

La noche, pues si yo creía que había perdido toda mi gloria la noche anterior, no era así, parece ser que quedaba un poquito y la perdí esa noche con la segunda inyección de morfina, a mi favor hay que decir que dormí 4 horas, y para las infermeras eso fue una muy buena noticia.

Ese día empezé a levantarme de la cama, con mi bota de esquiar, dos vueltas al ruedo y finalmente llegó mi médico de paisano para darme el alta médico, me voy para casa, empieza el arresto domiciliario sin morfina. Que Dios reparta suerte.