LA NOVATADA DE SER EL NUEVO

La verdad es que ser novato se paga, aúnque la broma ha salido así, sin más, ya que en ningún momento ni Àlex no yo la teníamos planeada, simplemente fue surgiendo.

Ayer hicimos una cenita en el piso, pero solamente con la gente del piso, a decir verdad, en parte era cosa mía, ya que el viernes tengo invitadas y necesitava probar primero los platos con alguien, y quien mejor que mis compañeros de piso.

Como Ricard tardaba un rato, le llamé varias veces, para saber si tenía intención de venir a cenar o no, mientras que älex solo una. Al final así acabó la cosa. Álex y yo ce´namos solos y Ricard lo hizo un poco más tarde.

Posteriormente, Ricard, chequeando su móbil, nos comentó que tenía varias llamadas perdidas de un número 600 que había intentado llamarle bastante, y estava sorprendido, porque bajo ningún concepto no sabía quien era. Decía algo así como que no era una persona interesante o alguien al que no había llamado nunca.

Álex y yo, como garrapatas, aprovechamos el momento para continuar con la broma, ya que como es de suponer el móbil irreconocible era el mio.

Ricard hace poco que se ha cambiado de móbil, y al parecer, mi teléfono estaría gravado en la memória del otro y no en la tarjeta SIM, y este era el motivo de su desconcierto.

Álex y yo le animábamos a hacer la llamada y descubrir quien era el desconocido o desconocida que le estaba haciendo las llamadas tan impetuosas y Ricard que no, que esto no iba con él. Añ final lo que conseguimos fue un mensajito preguntando quien era mientras buscaba en su ordenador el dichoso número.

Mi móbil estava en el sofa conmigo, silenciado y delante de Ricard, así que le contestábamos con el delante y NO SE DABA CUENTA.....

Al final la broma llegó a extremos un poco más íntimos, ya que mis mensajes hacían referencia a su momento actual.... es decir, enviábamos mensajes del tipo, " ahora que te vas a la habitación habrá tema?" "Porque no te quitas la camiseta roja?".

Las reacciones de Ricard eran increibles, ya que venía la comedor enseñándonos los mensajes y de vez en cuando miraba por el balcón a ver si alguién le estaba observando.

Finalmente Ricard nos descubrió, así que el último mensaje fue un lo siento, soy la pometa y esperemos que nos perdone este pequeño juego.