UNA VENTANA DE POESIA

En el mundo de la montaña, cuando estamos rodeados de mal tiempo durante dias, esperamos ansiosos lo que llamamos la ventana del buen tiempo, a lo mejor son dias o a lo mejor son horas, pero sabemos que después de la tormenta tenemos ese pequeño tiempo para disfrutar de lo que nos gusta.

Esta vez ni estaba en la montaña ni disfrutaba de lo que estabamos o estaba haciendo, pero lo que si que es cierto, es que tube mi ventana y fue mi ventana de poesia.

Ayer tube un brownie de los que hace tiempo no sufría, y es que a las 9.00 de la mañana se habían encendido las alarmas de un proyecto que llevabamos en el despacho. Había que ir i actuar rápido y con sigilo, ya que lo acontecido así lo requería.

Pasé la mañana literalmente a prueva, primero evaluación de los hechos, toma de decisiones rápidas, reunión de urgencia aquí, charla con el jefe de allí, reunión de urgencia allí, charla con el jefe del jefe de allí, comida con los técnicos analizando la situación, llamadas....

Después de la comida, lo de siempre, cambio de turno y mi querido vigilante gruñon allí estaba, listo para controlar mi entrada y hacerme la observación pertinente de mi falta de comunicación a la hora de la salida.

Empiezo a trabajar y vaya me olvidé una llave en la hermosa garita del vigilante gruñón, y lo peor de todo es que tengo que ir yo y volver a hablar con el vigilante gruñón y con el día que llevo....

Llego a la garita y le pido la llave, y mientras espero que venga el sr que me la tiene que dar, pues para mi sorpresa el vigilante gruñón me pregunta si me gusta la poesia.... así que vaya momentazo, yo que le digo que me gusta pero que no soy una entendida y el que me comenta si puedo leer una poesia escrita por él, buff.

Finalmente leo la poesia, va sobre un clavel y realmente me quedo admirada, no entiendo como se pueden decir cosas tan bellas de un clavel y que encima haya sido escrito por el vigilante gruñón, pero este no se contenta con esto, sino que me indica que ahora me la va a recitar él, y entonces esa poesia toma una décima dimensión.

Me emociono, con el día que llevaba y mi querido vigilante gruñón me regala una poesia!!



Le he comprado un libro, que ha editado el mismo, así que cuando me lo lea, lo introduciré en la biblioteca de Ita por si alguien quiere leerlo también.