RUTA EN BICI PER LA CÔTE VERMEILLE I

PORT DE LA SELVA - VILLANEUVE DE LA ROHE
Km par: 82.84 km tot: 306.04


El cansancio se nota, todo y que me he despertado a las 7.30h, he decidido quedarme un rato más en la cama hasta que se han hecho las 9.00 de la mañana.

He recogido bastante rápido, y por primera vez en esta travessia he conseguido salir antes de las 10h de la mañana, por tanto no tendré tanto sol como otros dias.

Me he dirigido hacia Llançà, por una carretera de falsos llanos, que yo creía que sería más dura de lo que ha sido en un principio, y posteriormente N-260 hacia arriba para llegar al pueblo de Colera, primero se pasa por un pequeño cámping al lado de la playa, tal y como me habian comentado y subiendo la montaña siguiente se llega al mismisimo pueblo. Como la carretera pasa por las afueras, prefiero no entrar y dejar la visita para otro día.


Voy a hacia Portbou, último pueblo de Catalunya, donde abandonaré la costa Brava y empezaré la Côte Vermeille. El pueblo me sorprende por lo bonito que es. La carretera pasa por el medio de la playa y me da la oportunidad de descansar un rato en la playa mientras veo la subida que me espera todavía.

Antes de emprender las últimas rampas para cambiar de país, hago un visita obligada a la estación de tren y luego a la catedral, para empezar a subir hacia Francia. Finalmente corono el Col de Balistres que me deja ya en Francia, y lo que queda es una bajada hasta el pueblo, pasando por el faro, claro está.


Cerbere, es como su pueblo vecino de Portbou, pero bajo mi punto de vista un poco más feucho. Es un pueblo que vive de la conexión ferroviaria y poca cosa más. Continuo subienda y bajando carreteras para llegar a Banyuls sur mer, donde paro a comer en un merendero con vistas a los acantilados de la costa.

Posteriormente me dirijo a Port Vendre, un pueblo de pescadores banstante bonito y poco turístico des de mi punto de vista, para posteriormente empezar las subidas que me tenían que conducir hasta Colliure, uno de los pueblos más bonitos de la costa.


La verdad es que el pueblo con sus fortificaciones y sus iglesias es realmente muy bonito, así que me he quedado un buen rato descansando y disfrutando de los espectaculos de calle que se iban celebrando en él.

Se hacia tarde y me apetecía llegar a Perpignan para acampar, pero bueno, la cosa no ha ido bien, ya que me he desviado y me he equivocado metiendome en una autovia. He salido y esto me ha provocado que tomara nuevamente una carretera equivocada y pasara por una serie de pueblos totalmente desconocidos, eso si, el hecho de pasar un carreteras muy secundarias, hacen que el camino sea mucho más bonito, pero los kilómetros pasan y estoy preocupada por encontrar un camping.

Finalmente llego a Villaneuve de la Rohe, aquí hay un lago, y para mi sorpresa un cámping que me permitirá descansar antes de llegar a Perpignan.

Otras ventajas de la localización es el lago que me pemitirá hacer mi baño nocturno antes de dormir, todo escuchando un concierto de timbales en sus orillas.