UN ONCE DE SEPTIEMBRE POR LAS NUBES

Hoy era el día de nuestra salida, hoy por fin nos íbamos al Vetnam con nuestras nenas, asi que a las 5 a.m ya estabamos listas en el aeropuerto, acabando de empaquetar las cajas, y eso lo haciamos justo delante del mostrador de Air France, habiamos decidido incoscientemente que no íbamos a ocultar nada.

Cuando vieron las cajas, una azafata inmediatamente vino a ayudarnos, primero a sacar telematicamente nuestras tarjetas de embarque, ya que al parecer algún dedo era incapaz de entenderse con la pantalla del ordenador, y luego nos ayudó en la facturación de las nenas.

Estábamos un poco nerviosas, ya que en todo momento teníamos el miedo del pay por volar con una bici, pero la verdad es que fuimos respondiendo cuidadosamente a las preguntas que nos iban haciendo y con la presión de nuestros padres detrás, las niñas fueron facturadas gratuitamente hasta HCM.

Después de un viaje muy tranquilo hacia Paris, y digo tranquilo porque el avión estaba lleno de niños dispuestos a conocer la ciudad europea de Mickey Mouse, nos dispusimos a pasar nuevamente los controles con nuestras maletas de mano, y allí empezaron los problemas.

Primero porque nos dicen que una de nuestras bolsas sobrepasan los kilos oportunos, así que a la balanza y ohhhh, lo siento, no pasa. Luego al guarda de seguridad se le da por quitarnos a una de nosotras los zapatos, y como el era muy majete, quiso aprender en español como se decia quitar, a lo que recibió una respuesta muy cortés en forma de quitar, por favor. Mientras la otra se veía obligada a enseñar a otro guardia como de grande era la maquina de hacer fotos que llevaba.

El viaje hacia HCM, creo que inolvidable, solo subir al avión, cuando nosotras estábamos intentando reconciliarnos con el sueño, empieza la actividad, que toma esto, que toma aquello, que cierra la ventana, que ahora vamos a comer.... y cuando una ya esta totalmente despejada, entonces si, deciden apagar todas las luces del avión y a dormir todo el mundo.

Y que pasa cuando no puedes dormir, pues que tampoco puedes leer porque no funciona la luz, ver la tele tampoco ya que esta tiene interferencias y no se escucha bien por los cascos, eso si tienes suerte que funcionen, entonces reclinas la silla y tienes a la mujer de un charlie detras que no te deja..... y que hago aparte de comprobar que el cine vietnamita es malo, y que encima tienes que estar leyendo.... pues la chica de al lado muy amablemente nos indica que lo mejor es pedir que nos hagan uns noodles de pote, y asi hicimos.

Finamente llegamos a HCM, sin haber dormido demasiado, pero contentas porque todas estabamos en destino.