Nuevo amanecer y nuevo día, quizás por la ubicación de la Cala donde hemos ido a caer, esta vez no ha sido tan espectacular y tan bonito como en otras ocasiones. Nos tomamos nuevamente el día con tranquilidad, sabemos que al poco tenemos Cala Morell donde pensamos parar para hacer un café.
Empezamos a remar y en una hora y un poquito más llegamos a unos acantilados hechos de conglomerados preciosos con aberturas y formas redondeadas, entramos dentro de la cala, donde encontramos un pueblo escalonada y en medio de una de estas escalas un bar con sus parasoles y....
Efectivamente el bar estaba cerrado, la compañera comenta que hoy no le apetece remar más, así que miramos las distintas opciones y al final decidimos llamar a Carlos para que venga a buscar el kayac y lo lleve a la otra parte de la isla, para mañana poder hacer la parte sur.
Todo esto a decir verdad no es tan fácil, ya que no hay cobertura en esta parte de la isla, así que nos separamos, ya que a mi se me hace tarde para hacer la parte dura de la isla, la de los múltiples acantilados.
Nos cruzamos nuevamente con los tres kayakistas y nuevamente no nos saludan, así son las cosas no todo el mundo es igual de abierto!.
Una vez en alta mar, la soledad de 15 km de acantilados, de un paisaje sin igual, de ningún sitio para poder descansar y de pocos barcos, que hoy, si que daban compañía... eso si, lo mejor del día es que no hacia viento y esto ayuda apoder remar.
A lo lejos la punta Nati, ya se que desde allí queda más o menos la mitad de la travesía, y en algunos momentos se vislumbra encima de los acantilados algunas de las pequeñas pirámides de piedra del lugar.
Luego, el momento espejísmo, eran demasiadas horas sola, remando sin parar y con un mismo paisaje... la llegada a Ciutadella se hacia de esperar... entonces delante mío una línea de horizonte con unas montañas, a lo lejos allí estaban... entonces pensé, que y una mierda por la tarde yo iba a ir hasta allí, que estaba demasiado hecha polvo y que mi kayac hoy se quedaba en Ciutadella, esas montañas estaban demasiado lejos.
De repente una llamada, los amigos preguntan donde estoy, les comento que en medio del mar, intentando llegar a Ciutadell, que ya me queda poco, que en realidad estoy en Cala en Blanes, me comentan que allí es donde tienen el apartamento y que si atraco allí me invitan a comer en su apartamento, a mi y a mi amiga que la acaban de rescatar.
Me parece estupendo, después de tanta soledad me gusta mucho la idea, así que les espero en cala en Blanes y después de atracar me vienen a buscar, estoy destrozada y lo único que me apetece es descansar.
Comemos como nunca, es de los pocos días que conseguimos comer algo diferente a un bocata, y luego nos hechamos una siesta, nos lo merecemos, la tarde llega y ellos quieren ir a comprar y a mi me toca volver al mar, me queda todavía la mitad de la etapa, me queda volver a la soledad de la alta mar, una costa llena de urbanizaciones no apetece ir bordeando la costa.
Cuando el sol ya empieza a bajar y acercarse al horizonte llego hasta la punta de Artrutx con su faro, de allí un poquito más y llegaré a la playa de Son Xorigué, no está muy lejos, y lo mejor de todo es que el paisaje ahora es mucho más bonito, los acantilados ya han pasado a la historia ahora vuelve las pequeñas rocas.
Finalmente llego a una urbanización donde se encuentra Son Xoriguer, los tres kayakistas antipáticos han llegado y para variar han decidido hacer su acampada en medio de la playa, yo nuevamente me decanto por un rincón.
Espero un rato relajándome hasta que llegan los amigos, recogemos el kayac que habíamos enviado y nos preparamos para cenar en medio de todas las hamacas tendidas en la playa, un poco de sandía y luego montamos un chiringuito de lo más curioso entre una caseta y dos hamacas.
De momento es de las peores playas donde hemos estado, pero también es verdad que es el lugar donde vamos a tener la mejor cama, las hamacas y luego un rinconcito de lo más típico de un sin techo.
Nos despedimos, posiblemente la noche será larga, ya que dormir en un lugar de fiesta y urbanización no nos mola nada.
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