DE BINIMEL.LA A ALGAIARENS

Un nuevo despertar y un nuevo amanecer y a decir verdad nunca pensé que estas vacaciones o esta proyecto pudiera a llegar a ser tan gratificante a permitirme disfrutar tanto de las sensaciones de la isla, del mar, de la compañía y de la soledad.

A poco a poco mi compañera y nuestro esporádico compañero de noche se fueron despertando y se acoplaron al disfrute del amanecer mientras nuevamente disfrutabamos de un café gentileza de Pepitu, Josep o cualquiera de los múltiples nombres que el mismo decía llamarse.

Antes de marchar nos enseñó la fuente que había encontrado, esto nos permitió ir un poco más desahogadas antes de la travesía que nos tocaba hacer por la parte más inóspita de la isla. Nos despedimos el tenía que marchar para hacer una entrevista de trabajo, a nosotras nos esperaba una nueva travesía poe el mar.

Solamente salir nos dirigimos hacia cala Galdana una más de las maravillosas calas que tiene la costa norte, como estábamos acostumbradas nuestra llegada tempranera hizo que solamente compartieramos ese momento con unos pescadores, una pareja en su barco y unos kayakistas ke habían dormido en esa cala... unos compañeros de aventura ke quizás en un futuro volveríamos a ver.

Nos bañamos disfrutando nuevamente de la soledad del ir a destiempo del resto del mundo, y luego continuamos nuestro viaje por la costa más inópista de Menorca, donde pudimos ver en Cala Barril, como algún rico piensa lo mismo y tiene una mansión solo para él.

Continuamos hasta Cala Calderer, donde hice un pequeño paro en medio de la playa llena de Poseídonia, una nueva cala donde al parecer, desde hace tiempo nadie ha llegado hasta allí.

Nuevamente en alta mar, nos dirigimos hacia la pequeña bahía que hace les cales dels Alocs y la Cala Pilar, de hecho se trata del final de nuestra etapa matinal de hoy, nos acercamos a poco a poco hasta la Cala, encontramos un rincón en un extemo, en medio hay los tres kayakistas que habíamos visto anteriormente.

Hace mucho sol, por suerte en Cala Pilar solo hay un árbol y nosotros lo hemos cazado, de hecho lo ha cazado anteriormente un sr. vasco, que conversando después me comentó que era un trabajador de Petronor.

Nos presentamos a los tres kayakistas, no hay mucha conversación, ni tan siquiera se alegran de ver a otra gente haciendo lo mismo que ellos.... al final decidimos pasar, total, si no quieren hablar pues no hablaremos.

En esa misma cala conocemos a Alain y Merche, una parejita que también está haciendo la vuelta a la isla pero con coche, aunque la diferencia es que normalmente van a pasar los días a las costas del norte y por la noche duermen en las costas del sur, les damos nuestro contacto y nuestros consejos en el alquiler del kayac, les ha gustado el tema.

Por la tarde continuamos camino, no tenemos muchas oportunidades de parar, esta parte de la isla es agreste con acantilados y geológicamente impresionante mi cámara se vuelve loca intentando captarlo todo.

Detrás de un pliegue, encontramos cala Carbó, hace un poco de viento, así que decidimos que es mejor entrar dentro de la bahía, así que nuestra parada fue en la Cala d'Algaiarens, otra vez rodeadas de múltiples barcos.

En un ladito encontramos una casita con balcón que será la que nos aloje esta noche, nos bañamos y disfrutamos nuevamente de una puesta de sol, mientras tanto se nos presenta Carlos, un argentino que según él será nuestro amfitrión en Menorca, nos parece bien.

Nos vamos a dormir pronto, mañana por la mañana el día siguiente es el día más duro, tenemos más de 15 kilómetros entre acantilados.