DE FORNELLS A BINIMEL.LÀ

Nos depertamos con los primeros rayos de sol en esa pequeña y preciosa cala que había justo delante de Fornells, nuevamente un rebaño de cabras menorquinas fueron nuestras vecinas, y de buena mañana pasaban por delante de nuestra tienda en dirección hacia algún lugar.

El día era para disfrutar, así que con calma nos depertamos y nos desperezamos, tranquilas ya que no imaginábamos que en un momento a otro íbamos a vivir uno de los momentazos de nuestro viaje por la isla.

De repente se paró un coche justo en el camino que había al lado de la cala, yo en ese momento ya me pensaba lo peor, al fin nos habían dado caza los de seprona, aunque por suerte ya habíamos desmontado la tienda y por tanto no podían acusarnos de nada.

Pero en verdad no eran del seprona, eran dos chavales de Tragsa, sacaron su neverita y sus bocatas y se sentaron a la sombra del árbol. Nosotras mientras tanto continuábamos recogiendo nuestras cosas para ir a tomar un café a Fornells. De repente se empiezan a sacar la ropa, y efectivamente se bañan desnudos delante nuestro.

Las dos estábamos un poco atónitas, a decir verdad nos acabábamos de despertar y todavía no habíamos tomado el café, pero la visión era como dos dioses griegos, delante nuestro .... bueno, que nos miramos pensando yo el alto, pues yo el bajito... que más da los dos están.....

Estuvimos hablando un rato con ellos y finalmente cogimos nuestros kayacs y fuimos hacia Fornells, arrepintiendonos de lo que estábamos haciendo, de que estas oportunidades no pueden pasar a las 9:30 de la mañana sin un café y con las legañas todavía en los ojos.... de que mi próximo destino tiene que ser trabajar en Tragsa....que los dioses griegos existe....

Después de tomar el café y hacer unas cuantas compras para los días siguientes en los que nos esperaba la parte más inóspita de la isla, nos adentramos a la mar para cruzar hasta el cap de cavalleria, no sin antes ver los restos de un naufragio actualmente anclado en la costa en el Clot des Guix.

El Cap de cavallería ofrece dos bonitas calas para pasar el medio día, la cala Violant de Llevant, caracterizada por sus pequeños acantilados, aguas frescas y cristalinas y a unos 500 m subiendo el acantilado, la cala Violant de Ponent, caracterizada por su hermosa arena de playa y su agua llena de medusas que entretienen el baño... así que el medio día lo pasé tomando el son en una cala y bañándome en la otra.

Por la tarde nos pusimos nuevamente a la faena, así que rodeamos el far de cavallería que nos obsequió con unos hermosos acantilados de más de 90 m donde una de las maravillas de la isla solamente vista desde el mar se alza ante nosotros, un amfiteatro de roca coronado por el faro.

Allí en medio de aquel espectáculo a lo lejos vislumbramos 3 kayacs más, nos saludamos en medio del mar, son tres bascos que estan haciendo la isla en la otra dirección, charlamos, nos explicamos nuestras aventuras (la de los tragsa boys no, claro) y nos damos consejos de donde dormir en futuras noches..... nos despedimos y nos deseamos suerte, si todo va bien nos veremos el último día en Sant Tomás.

Cruzamos por lo recto, nos saltamos unas cuantas calas que debido a su situación hacia Poniente previsiblemente estaran llenas de medusas, finalmente recalamos en Binimel.la para ver la puesta de sol y hacer noche. Allí disfrutamos una de las mejores puestas de sol de la isla.

A la hora de dormir descubrimos una pequeña cabaña, con tejadito, ya está ocupada por Josep, un jovencito que se pasará el verano por la isla con su bici y buscando trabajo, un culo inquieto que no para de hablar y de explicarnos sus aventuras.... no está mal pero a nosotras lo que en verdad nos ha impactado no ha sido él, si no los tragsa boys.....Josep se va a dormir temprano, al día siguiente tiene una entrevista de trabajo... nosotras soñamos en otras cosas...