2 DONDE VAS ITA: DE MAÓ FINS A ES GRAU

DE MAÓ FINS A ES GRAU

26 junio 2010


Llegamos a Menorca de pura suerte, ya que tres de nosotras en Barcelona casi estuvimos a punto de embarcarnos hacia Mallorca, suerte que preguntamos antes que si no el viaje hubiera empezado de la forma más curiosa posible.

Tras una noche relativamente apacible en el barco, llegamos a las 7:00 de la mañana al puerto de Maó, donde todo el barco se aproximó a proa para ver uno de los amaneceres más bonitos que uno se puede imaginar, en de la entrada a la bahía de Maó con las primeras luces del amanecer.


A la llegada nos estaban esperando los del alquiler del kayac, ya que nuestra decisión, ante una semana de calma meteorológica había sido empezar a remar desde el mismo puerto, eso si, antes un desayuno típico menorquin con las explicaciones de todo lo que teníamos y no teníamos que hacer con el kayac.

A continuación nos dirigimos hacia la entrada del puerto, donde nos enseñaron nuestros kayacs y donde pudimos comprar algunos comestibles para el día y programar las siguientes paradas, finalmente nos cambiamos de ropa en el club náutico y nos introdujimos en nuestras embarcaciones para partir hacia nuestro destino, Maó.

Tras la despedida de nuestros compañeros que con el coche se irían a dar la vuelta a la isla también, nos dirigimos en medio del tráfico náutico hacia el interior del puerto, allí vimos como nuestro barco de transmediterrania volvia hacia BCN, nosotros intentábamos lo antes posible cruzar la bahía pra llegar hasta la Illa de Quarantena donde pensamos por unos momentos que encontraríamos la tranquilidad marítima.

Allí encontramos el canal de Alfons XII, y evidentemente tan transitado como la misma bahía, así que la calma marítima y nuestro estres aún tardaría un pelín en marchar, o almenos hasta que salieramos hasta alta mar casi seguro.

Al final de la bahía de Maó la primera decisión, haciamos trampas y saltabamos el pequeño estrecho que nos separaba de bordear la Mola o bien continuábamos.... era demasiado pronto para las trampas, así que le dimos la vuelta a la Mola y pudimos ver las hermosas escaleras colgantes al mar.


La entrada por fin en alta mar fue una gran experiencia, un poquito más de movimiento y un poquito más de viento, pero la sensación a lo desconocido se superó con facilidad, no fue tan traumático como esperábamos.

Habíamos empezado bastante tarde, así que remábamos sin parar para poder llegar a la primera población disponible para poder parar y comer, ya que entre las compras del día nos olvidamos de comprar pan, así que debíamos intentar llegar a alguna parte donde nos pudieran dar algo de comer.

El lugar escogido al final fue Cala Mesquida, donde atracamos en el mismo pueblo, allí dejamos los kayacs para ir en busca del único bar que estaba abierto y donde con la calma nos comentaron que nuestros bocatas tardarían más de media hora.... tampoco teníamos nada mejor que hacer, así que porque no esperar 30 minutos a unos bocatas y más si hacia falta.

De vuelta a la playa nos encontramos con una pareja que nos estuvieron preguntando sobre nuestra aventura, ellos residian en la isla y tenían un kayac y de vez en cuando hacian alguna que otra excursión por la costa, pero nunca se habían planteado la vuelta a la isla.

Hacia las 18:00 emprendimos rumbo hacia Es Grau, lugar donde habíamos decidido pasar la noche y donde podíamos encontrarnos con nuestro coche de apoyo.... una vez en el pueblo, fuimos a buscar algunos víveres que nos hacian falta y evidentemente a refrescarnos, luego fuimos hasta la base de menorca en Kayac, donde sorprendentemente nos acogieron muy bien pero no como nos habían comentado.

Finalmente nuestro coche de apoyo decidió que estábamos al otro lado de la isla y que por hoy pasaban de nosotras, así que el lugar para ir a dormir lo teníamos claro, al otro lado de la bahía d'Es Grau había una casa con una pequeña playa, nuestra primera noche en la isla la haríamos acompañadas de una familia, por suerte acampamos al otro lado de la casa y no nos dijeron nada.... nuestro gran temor se veía reducido a nada.....

Después de la puesta de sol no había mucho más que hacer, así que nos fuimos a dormir hasta el día siguiente.










1 comentario:

Anónimo dijo...

Per un bon entrepà s'espera 30 minuts i el que faci falta! Jajaja!

Els paisatges són preciosos... Quina enveja (però sana, eh!)!

Xavi