LA SENDA COSTERA

LLANES-LLANES (por la senda costera hasta Buelna)

Km tot: 42

Esta vez un poco mejor coordinados nos levantamos y nos encontramos en el desayuno, donde uno de nosotros empezó a dar los primeros síntomas de no encontrarse bien... como todavía quedaba una horita de coche hasta Llanes, tampoco que quisimos dar mucha más importancia.

Llegamos a LLanes un poco tarde, respecto a todos los demás que ya estaban allí esperándonos, solo una pequeña baja, Maria esta vez no nos iba a acompañar, así que debíamos buscarnos la vida para encontrar a alguien que nos escanciara la sidra.

Empezamos la etapa en la playa del Toró, una maravilla de la naturaleza que tengo que volver muy pronto a ver, así que nos despedimos de ella y empezamos a ciclar por un carril bici hacia Cué, hablando y conociendo a dos nuevos acompañantes amigos de Free.

Una vez en Cué se inicia lo bueno, aquí está la subidita que nos tiene que condicir hasta un alto donde hay un maravilloso mirador a la playa de Andrín y de la Ballota... no se si es que estábamos tan bien o que no queriamos saber si la carretera continuaba subiendo, lo que está claro es que de tanto tiempo que pasamos allí al final hasta una de nuestras ruedas reventó, así que antes de abandonar la salida, dos apuestos compañeros bajaron a buscar la pieza esperada en Llanes, y de paso, intentarian rescatar al último rodero.

Llegamos unos 30 minutos al lugar donde estaban nuestros compañeros, como el repuesto llegó en coche, ellos ya habían tenido la oportunidad de hacer un minicurso de mecánica rápida, así que cuando llegaron los dos apuestos caballeros, ahora si, se dignaron a bajar por la carretera que les debía conducir hasta Andrín

Una vez allí continuamos la senda costera, que nos llevará hasta rodeando el mar hasta llegar a la zona donde se encuentran los bufones de arenillas, lástima que la mar estaba calmada, que si no eso tiene que ser espectacular, así que sin más, volveré para ver este espectáculo de la naturaleza.

Continuamos ciclando por esta maravillosa senda, hasta hacer una pequeña paradita, picnic reagrupamiento en uno de los mejores sitios que encontramos, delante de la puerta de un cementerio, allí la dispersidad de opiniones fue singular, a unos nos daba yuyu la historia mientras que a otros, pues ni tan mal, que no hay sitio más tranquilo, y la verdad es que razón no les falta.

Continuamos hasta Pendueles, pero antes de llegar, justo al lado de un camping espectacular para la siguiente vez, una de las subidas que dejan entrever la gran técnica de algunos de nosotros en las subidas, arriba arriba y listo, ya solo queda perder a la cabeza y llegar hasta Buelna donde nos estaba esperando el gran Alfor.

Tras despedir a Alfor que se marchaba a casa tras no sentirse muy bien, nos dirigimos hasta una cala o bien una playa de interior, donde sentados en el césped compartirmos una buena comida entre todos y otrra vez unas buenas charlas para luego ir hasta el pueblo a por un café.

Se nos hacia tarde, así que la propuesta del café decidimos postergarla hasta Llanes, donde al grito de a por un café enfilamos la carretera de la forma más rápida posible, tanto que Cedila se hacia unos hartones de correr para poder hacernos las fotos.

Finalmente el café en unas mesas de picnic en la playa de Toró, mientras esperábamos que todo el grupo se reagrupara para poder decirnos hasta otra... porque seguro que habrá otras tras el buen rollo reinante.

Trein y yo nos dirigimos hasta nuestra castilla sin mucha demora, al final salimos con bastante más retardo del pronosticado, pero cuando uno se lo pasa bien ni se lo piensa.....

Por cierto, perdonad la falta de fotos, pero es de las veces que tanto me gustó la ruta que me quedé sin ganas de hacer click a la cámara.


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