EL INFIERNO

EL INFIERNO

Dirección: C/ Zapatería 16,
Localidad: León
Web:
Núm pax: 3
Precio: 56€



La última vez que estuve en León y también por semana santa concretamente, recuerdo que íbamos a un bar donde nos trataban muy bien y nos daban de comer todavía mejor. El precio no estaba mal, así que hoy, cuando hemos llegado a León y queríamos ir a comer a algún sitia, enseguida hemos pensado en el infierno.


Nos ha costado un poquito encontrarlo, ya que hacia como 6 años que no íbamos y nos hemos confundido ligeramente de calle, pero al final allí estaba, igual que como lo dejamos, con la misma cantidad de gente y lo que es lo mejor con el mejor camarero.


Nos hemos sentado en una de las mesas, por suerte como no era cena, no nos ha dado prisa, simplemente nos ha dictado la carta y nos ha ofrecido unos vinos y una limonada leonesa para amenizar el tiempo que nos tocaba esperar hasta que nos sirvieran, porque como muy bien ha dicho el camarero, la tortilla era recién hecha, y no solo la tortilla sino todo lo demás también.


Recordábamos de entonces que las ensaladas eran generosas y ricas, así que no ha costado nada pedir una, ya que cuando nos la ha traído a la mesa así ha sido, una buena ensalada con su lechuguita, su tomate su atún, su cebolla y su punto especial, unos pimientos del piquillo ligeramente picantes que a la vez le daba color.


Aparte de la media tortilla, también hemos pedido una ración de morcilla, pero la de León, y una ración de mollejas que ha sido la delicia de Mila. Finalmente entre tanto manjar no ha quedado más remedio que pedir una ronda de vinos.


Después de comer se nos ha acercado el camarero nuevamente, nos ha ofrecido los postres, no estábamos muy convencidas hasta que nos ha dicho la palabra mágica.... tocinillo del cielo, entonces dos hemos caído de lleno, y una ha resistido hasta que han llegado a la mesa, menos mal que la cocinera ha sido más viva que nosotras y ya ha traído las tres cucharas pertinentes.


Para finalizar los cafés y las infusiones, al final nos hemos puesto las botas y casi tenemos que ayudar al camarero a recoger las mesas y a barrer, porque con diferencia hemos sido las últimas en abandonar el lugar.


Bueno, un buen lugar para comer en León, comida tradicional, la de toda la vida, sin ostentaciones, cantidad y calidad así que seguro que durante los días que duren estas vacaciones de semana santa volveremos, al fin y al cabo desde hace muchos años que este es nuestro cuartel general, el infierno.