DONDE VAS ITA: COLLIOURE

LLegamos tarde, ya entrada la noche, la verdad es que teníamos planeado un viajecito por la Côte Vermeille, i al final nos gustó tanto todo lo que íbamos viendo y dejando atrás, que al final se nos hizo de noche, y esta fue la gran excusa para hacer más kilómetros y llegar a Collioure.

Allí estaba tal y como me lo esperaba, esta vez iluminado, pero igual de bonito e igual de tranquilo que la primera vez que lo visité este verano cuando iba con mi bici de ruta a no se donde.

Conseguimos aparcar los coches en un parquing semipúblico y de pago al lado de la playa y del Hotel Triton donde íbamos a pasar la noche . Por suerte no era verano y no había mucha gente por la calle, ya que el espectáculo que hicimos para aparcar los coches fué muy digno, y no solo eso, sino que el ayuntamiento estubo de suerte por no tener que reponer uno de los pilotes que había en la calle, ya que intentamos por medio de los dos coches hecharlo abajo.

Cuando llegamos al hotel Triton, tubimos la agradable sorpresa que éste estaba en lo que nosotros llamamos "primera fila de mar", aúnque nuestra habitación tenía unas agradables vistas a la parte trasera donde había una iglesia, o almenos esto comentó una de nosotras en algún momento por cierto mal rollo que le daba.

Cenamos en el restaurante que hay justo debajo del hotel, el restaurante amphytrion, era tarde para los franceses y no valía la pena arriesgarnos a llegar al centro del pueblo y encontrarnos con todos los garitos cerrados.

A la mañana siguiente desayunamos copiosamente y nos fuimos a dar vueltas a Collioure, el día no era del todo bueno, pero ni tampoco del todo malo, aúnque lo suficiente como para hacer fotos, visitar el castillo por fuera, el faro, la iglesia y callejear un rato antes de ir a ver la tumba de Machado.

Un día de fiesta, y todos nos vamos de vacaciones o a pasar unos dias fuera, así que a medio día, ya estábamos un poco agobiadas y decidimos ir a hacer una visita a los alrededores, Correfour de Argeles, Port Vendres, Banyuls, el faro del cap Béar....

En Port Vendres comimos al aire fresco, y bien fresco que era el aire, ya que más de una comió de forma muy rápida, y se metió en el coche, ellas dice que a resguardarse del frío, aúnque yo creo que fuerona a hecharse la siesta.

Finalmente para entrar en calor fuimos a un barecito a tomar unos tes, allí nos indicaron como ir hasta nuestro próximo destino, y nosotras así de mal lo hicimos que nos fuimos al pueblo de al lado, aúnque supimos rectificar en todos los sentidos, mediante virajes no muy legales en la carretera y porque no decirlo también, dando la razón a una de mis compañeras que iba en lo cierto y mi GPS se descalibró.

Por la tarde noche volvimos a Collioure, allí nos pasamos el rato dando vueltas sin rumbo fijo, de tienda en tienda y de galería en galería. Ahora un vinito aquí, ahora un paseíto hasta allí, al fin y al cabo teníamos que hacer tiempo hasta las 9h para la procesión y la cena.