MINI RUTA CÁTAR

Ayer la noche fue larga, ya que parecía que el fórmula 1 de Perpginan había desaparecido del mapa, en parte culpa mía por no fotocopiar el mapa o la dirección, pero cuando no hay tiempo no hay tiempo, aúnque en mi defensa hay que decir que tampoco estaba muy bien indicado.

La mañana se despertó mojada, ya que llovía de lo lindo, así que después de desayunar tuvimos la gran idea de acercar el coche lo máximo posible a la puerta del hotel, y teniendo en cuenta quien conducía, pues bueno, casi entra el coche dentro del hotel.

Una vez acabadas las maniobras, tomamos camino hacia la que será nuestra peculiar ruta cátar, de camino al primer castillo, pasamos muy cerca de la localidad de Tautavel, así que allí alguien se acuerda que allí hay un muy interesante museo. Paramos, pero la conserje del museo no tiene muchas ganas de antendernos ni de ganar dinero, ya que en un francés muy amable nos comenta que cerrará en breve y no nos recomienda entrar.

Con la recomendación dada, enmedio de la lluvia decidimos ir a ver el primer de los castillos, el castillo de Aguilar. Hace tan mal tiempo y la carretera está tan poco transitada, que para llegar hasta el párking tenemos que pasar casi por un río y en el párking la garita de tiquests está cerrada, pero no vale la pena bajar del coche, el camio mojado y nuestras pocas ganar de andar en ese día nos hicieron poner marcha atrás.

Luego nos dirijimos al pueblo de Cucugnan, allí está el castillo de Queribus, continúa lloviendo, así que decidimos hacer una vuelta rápida por el pueblo y pasar del castillo. Al final como se acerca la hora de comer, nos vamos en dirección al siguiente pueblo, base de subida al siguiente castillo.

Cuando llegamos allí, nos indicaron que en ese pueblo no había ningún bar, que debíamos volver a Cucugnan, así que volvemos y paramos en el primer que vemos en el camino, y el resultado es que cuando lo acaben de construir, serviran comidas.... continuamos, y al final conseguimos entrar en un bar donde un chico joven nos hace unos bocatas, a nosotros y a un conjunto de gente como nosotra igual de colgada a la hora de comer.

Mientras comíamos sale el sol, y todos nos dirijimos al castillo de Queribus, pagamos la entrada de 5€ y para arriba. La verdad es que el camino está lleno de escalones, piedras, pero el castillo se lo merece, pedazo sala con arcadas, y el día que se ha quedado también, así que después de unas cuantas felicitaciones por parte de gente que me había visto subir.

Luego nos fuimos al castillo de Peypertuse allí uns chicos que me habían visto sufrir en el anterior, me recomiendan que esta vez no es la mejor opción, ya que el camino es mucho peor, está anocheciendo y no nos daría tiempo a mi paso.

Hay que buscar un nuevo plan... en el mapa aparece unas garganta y a más estan de camino hacia el hotel, y acertamos, increibles las gargantas Galamus, una visita ideal para nosotras, ya que no tuvimos que bajar del coche... bueno si que bajamos, para disfrutar mejor aquella belleza.



Finalmente llegamos a Vernet les Bains no muy tarde, y listas para disfrutar de la última sorpresa que nos deparaba el día, nuestro alojamiento para aquella noche en el hotel le moderne, y como bien dijo una de nosotras, le moderne hace 60 años.

No se porque, pero la última vez que vine este lugar también tube la misma sensación. Retroceder 60 o 40 años atrás