Explicar todo lo que ha acontecido el día de hoy es realmente difícil de explicar y más de imaginar, la verdad es que creo que es uno de esos días que difícilmente vamos a olvidar los 11 que estuvimos en este viaje.
El toque de diana para el día de hoy era a las 7:30, pero como comienza a ser habitual y normal en un viaje de estas características en agrupamiento definitivo no ha sido hasta pasadas las 8:00. Una vez todos reunidos nos hemos dirigido hacia el centro, con la intención de desayunar en algún sitio que estuviera abierto, pero….
Pues la primera escena del día la hemos protagonizado en medio de una calle de Karakol, íbamos a desayunar pero no habíamos decidido que íbamos a desayunar de manera que allí mismo hemos empezado a discutir, que si unos quería sandía, otros café, otros tostadas, otros decían huevos…por suerte hemos encontrado un sitio donde nos han hecho algunas de las cosas y las otras las hemos puesto nosotros.
Posteriormente hemos hecho una pequeña división del grupo, consistía en intentar encontrar algún medio de transporte para nosotros y nuestras bicis que nos pudiera llevar hasta el pueblo de Engilchek, unos hemos ido a la oficina de turismo y otros se han ido a visitar agencias de viaje de la zona. Al principio en la oficina de turismo nos atendían dos chiquitas que con mucho empeño intentaban ayudarnos aunque su efectividad no era muy buena o podríamos decir que buenísima, ya que si tras las múltiples llamadas que han hecho ha aparecido una Kirgui muuuy maja.
La chica hablaba un inglés exquisito y aparte, nos entendía perfectamente. Nos ha comunicado que no podríamos seguir la ruta hasta Ak-Shyyrak que queríamos hacer que se trataba de un parque nacional y que para ello necesitábamos un permiso que tardaba en tramitarse al menos 3 días, y que a más teníamos que ir acompañados ya que eso era zona de alta montaña y alguien se tenía que responsabilizar de nosotros, aparte la ruta estaba llena de glaciares, era muy fresquita….
Vamos que al final hemos decidido que el inicio de la ruta en bicicleta sería en Engilchek y que de allí volveríamos a Karakol, a todo esto tengo que decir que la maja kirguí nos consiguió una furgo para nosotros y nuestras bicis, así que allí estábamos todos pululando por la oficina de turismo más contentos que la ostia.
Cuando llegó la furgo, madre mía creo que todos nos quedamos sin palabras pero con muchas risas, la pobre kirguí solo hacía que decirnos “amazing”, pero en verdad ella no tenía palabras tampoco. A alguien de nosotros si que le salió una palabra, aquí no cabemos nosotros y las bicis… y de repente el conductor se fue y volvió al poco con un remolque de madera.
Después de un buen rato conseguimos cargar las bicis en el remolque y poner nuestras 22 alforjas de una manera más o menos estable dentro de la furgoneta y como de momento esto era todo, decidimos ir a comprar unas cervezas y unos pepinillos en vinagra para celebrarlo con el conductor y la chica de la oficina de turismo… que ilusos, celebrar algo que todavía no está acabado….
Y claro que no está acabado, ya que faltaba que entráramos nosotros y la cosa no fue nada fácil, quedando la alineación de la siguiente manera: En la potería, Amanda, en la cálida defensa: Juan, Vanesa y Jordi, en el lujoso mediocampo: Cristina, Agapito y Jorge, y finalmente en la delantera: Pedro, Ignacio, Laura y Carmen, todos ellos al estilo tetris, con el encaje perfecto.
Ahora antes de iniciar a explicar las aventuras y desventuras que nos sucedieron en este viaje, os presentaré a la última pieza del puzle, nuestro guía, papi conductor. Si abrimos una cocketelera y ponemos a mama gallina, McGyverd y Félix Rodriguez de la Fuente , luego la cerramos bien y agitamos intensamente…. Quien aparece? Pues aparece Nicolai, nuestro chófer.
Salimos en dirección a Engilchek, cada uno busca su posición y algunos se dedican a mantener algunas ventanas abiertas para que el aire acondicionado del coche funcione, a la hora o algo así paramos, no se porque, pero bueno allí cada uno utiliza la parada técnica para alguna cosa, unos mean, otros se suben a un árbol y cogen nísperos, aunque los buenos estaban en el suelo, otros hacen fotos…vamos que cuando subimos al coche Nicolai decide para 5 minutos más tarde en un pueblo para comprar las últimas provisiones…gran pérdida de tiempo la nuestra.
Posteriormente retomamos el camino y nos vamos adentrando en un valle precioso de fantásticos colores verdes, grandes pinos y más grandes montañas, la verdad es que aquellos que conseguían ver algo por la ventana disfrutaron de lo lindo, hay que decir que a esas alturas el compañero que intentaba mantener la ventana abierta aún estaba en ello y ya habíamos hecho casi la mitad del camino.
Paramos en un par de granjas antes de la subida al puerto, para descansar y comer algo, uno de ellos era amigo de Nicolai, así que nos mostraron su hospitalidad ofreciéndonos te con leche de yegua o nata como le dicen ellos, y la verdad es que la mezcla la podríamos definir como pasable de sabor pero contundente en el estómago (por no decirla semipasable). En ese mismo lugar había una pareja de Suizos que se alojaban en la casa del vecino, que era más espaciosa y que se dedicaban a recorrer el país a caballo, de hecho era el cuarto año que iban, y nos comentaron que efectivamente algunos de los valles que queríamos visitar era imposible ya que se tenía que cruzar el río y esto era imposible.
Después de más de 1 hora y media, y de una segunda dosis de hospitalidad, acabamos un poco hasta los c…. de la hospitalidad y conseguimos marchar de allí.
Continuamos la excursión en nuestro troncomovil hasta coronar el puerto de montaña el Chong Ashuu Pass, algunos todavía protestaban porque la subida les estaba pareciendo fácil para hacer en bici…pero bueno, espera a mañana que algunos somos humanos y no comemos criptonita!. Allí en el paso Nicolai se dedicó a tirar piedras vertiente abajo y nosotros pues a lo nuestro, fotos, pipis y mil otros quehaceres más.
Continuamos camino viendo yurtas y parando varias veces para ver camellos, cabras Marco Polo…. Bueno que Nicolai traía unos binoculares tremendos y cómo íbamos sobraos de tiempo pues ala a parar a ver animalitos silvestres….y cuando creíamos que la cosa ya estaba encaminada, entonces parada de emergencia….efectivamente la leche y el te tenían que salir por algún sitio y vaya si salieron.
Nos adentramos más y más en ese precioso valle, cada vez se nos va oscureciendo más y empiezan a aparecer los primeros signos de cansancio, todo el mundo quiere dejar su posición del futbolín. Cuando llegamos a Engilchek allí hay una frontera y evidentemente sin permiso no se puede pasar, por tanto estaba claro que a nosotros tampoco, ni siquiera para dormir en sus barracones.
Empezamos a buscar por la zona un lugar donde dormir, el trocomovil deja la carretera y empieza a dar vueltas por en medio de un pedregoso campo, algunos gritan “este tío no está bien, está loco!” le falto decir que le agarráramos el volante, pero bueno el pobre guía nos quería llevar a una casa abandonada para que durmiéramos allí….lo que el no sabía es que convencer a un grupo de 11 pax que ha mostrado cierta diversidad de opiniones en lo poco que ha durado el viaje hasta ahora pues no iba a ser tarea fácil y no lo fue.
Salió una expedición a mirar la zona, luego nos ajuntamos todos alrededor del trocomovil y todos empezamos a hablar y al final no sé ni cómo se llegó a la conclusión que este no era el lugar adecuado, así que unos cuantos nos montamos en el coche y otros se dedicaron a indicar a Nicolai los agujeros que había en el suelo para que el trocomovil no los pisara, pero vamos que a Nicolai le daba igual y el venga a atravesar agujeros, a meter el coche arriba, abajo, encima de piedras, donde vueltas sin parar en medio de la noche…algún informático me comentó que habíamos entrado a lo que ellos llaman efecto bucle.
Finalmente entramos nuevamente todos en la furgoneta y nos dejamos guiar por Nicolai que 5 km más arriba nos lleva a un escampado donde extendemos nuestros plásticos y cenamos a base de ibéricos, pan, tomate y pepino.
Antes de ir a dormir unos juegos de noche, total, eso parece un campamento.
2 comentarios:
Laura, vaya crónica te has currado!!!...jajaja.....buenísima!!!
He visualizado todas y cada una de las situaciones como si estuviera allí!!!
Voy a por las otras 2!!!
un besazo!!
Hola Laura,
No ens coneixem però tinc un dubte. Estic mirant d'anar (tornar) al kirgui aquest estiu... Ja vaig ser a Karakol el 2001 fent algun trekking i el 2005 vaig fer Samarcanda - Osh creuant tot el Tadji per la Pamir HW en bici. El que m'interesa és el tema Engilchek... Creus que amb permís es pot fer, en bici, Karakol - Engilchek -Ak Suyyrak - Kara_Say - Bashkoon?
Rakhmat :-)
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