2 DONDE VAS ITA: POR EL VALLE DE SAY JAZ RIVER

POR EL VALLE DE SAY JAZ RIVER

26 julio 2011

 
Nos levantamos y recogemos nuestras cosas, hoy si que de verdad vamos a iniciar nuestro recorrido en bici, solamente un dilema, nosotros lo queríamos empezar en Engilchek  ayer Nicolai nos envió a dormir 5 km más lejos….no hay problema, bajamos con las bicis que total son de bajada….y puestos a subir 60 podemos subir 65.
Después de desayunar casi todos nos dirigimos hacia Engilchek, allí nos esperan los guardas de la frontera que deben estar todavía aluciando del espectáculo de luces que les hicimos ayer por la noche. Hacemos a lo lejos las fotos de rigor de un pueblo minero medio destartalado, contemplamos los montes y empezamos a darle al pedal hacia arriba.
Efectivamente Nicolai va haciendo de troncoescoba y se sitúa todo el rato detrás nuestro por si necesitamos algo.
La carretera va subiendo, a poco a poco entre increíbles valles glaciares y donde uno se pararía a hacer miles de fotos, el día está increíble un sol precioso y todo verde, lo único un ligero viento de componente frontal que empieza a molestar nuestro pedaleo.
Nos reajuntamos todos para echarle un picnic al asunto, el tiempo se está poniendo muy feo, así que decidimos que Nicolai, aparte de saludar a sus múltiples amigos del valle, se acerque más a nosotros por si cae el diluvio poder refugiarnos todos en el troncomovil…y es que en verdad nos ha molado el trasto!.
No arranca así que todos hacia el puerto, hay que coronar el Chong Ashuu Pass de 3.822 m (aunque este valor puede cambiar en función del mapa y la guía). Para muchos de nosotros el puerto de montaña más alto que hemos hecho en bicicleta, así que no es de extrañar que las 2 rampas sostenidas se hicieran interminables, para algunos vamos…. El tiempo no ayudaba, se puso perro entre el viento, el frío y la pequeña lluvía que caía pero que por suerte no descargaba.
500 m antes del puerto allí estaba papa Nicolai con el último avituallamiento, a los que llegamos exhaustos nos sonríe, nos ayuda, nos coge la bici y nos mima, es tan agradable tener este calorcito a esas alturas… Finalmente retomo la bici y corono el puerto, fotorápida la cosa se está poniendo realmente muuuuy fea y todavía me queda la bajada, con lo poco que me gustan a mi las bajasas y encima con piedras.
Creo que nunca había bajado tan rápido en mi vida con la bici, vamos que con la que estaba a punto de caer, no toqué el freno casi nada, al final acabo atrapando a un grupo que iba por delante y cuando empiezan a caer las primeras gotas de agua conseguimos refugiarnos en la casa del pastor, no la grande, la pequeña.
Entramos en una pequeña habitación donde el maravilloso pastor hospitalable nos prepara tes para entrar en calor, algunos hemos llegado con los dedos totalmente congelados y sin apenas movilidad, los más desafortunados aún estaban cruzando el puerto con una ligera nevada.
Cuando conseguimos estar todos reunidos nuevo momentazo al estilo vagón de los hermanos Max, allí estábamos los 11 genios, Nicolai y el pastor y el hijo indomable del pastor, metidos en una habitación de 6 m2 máximo, hablando y discutiendo sin parar, unos preguntaban si nos queríamos quedar a dormir allí, otros que si les podrían preparar cena y otros estaban pidiendo una especie de leche fermentada que seguro que nos iba a solucionar muchos problemas.
No se ni como conseguimos llegar a la conclusión que dormíamos allí en una habitación un poco mayor, unos 21 m2 donde a su vez íbamos a utilizar para cocinar, ya que ellos nos suministraban algunos alimentos, spaguettis, un vasito de tomate frito, mantequilla, cebollas, huevos y patatas…. El menú estaba claro, la bomba de grasa! Spaguettis con tomate y huevos y de segundo revuelto de patas fritas con cebolla.
Quizás uno de los mejores momentos de este viaje, el camarote se apaciguo y cada uno buscó su sitio y su espacio, algunos jugaban a las cartas, otros leían, otros cocinaban, otros pelaban patatas… vamos que cada uno tenía una actividad bien definida y nadie entorpecía a nadie.
La cena a racionamientos, éramos 14 a comer, así que tampoco había tanto, pero bueno, si buscabas buenos compañeros, ya que teníamos que compartir vasos, cubiertos y platos, pues algo comías. Al final nueva sesión de té de nuestro anfitrión, por suerte sin la nata…que si no haber como hubiéramos acabado la noche, todos de barriga hacia arriba.









A la hora de dormir recogemos el comedor y nos acomodamos al estilo sardinillas, tenemos que intentar caber todos, así que seguro que frío esa noche no vamos a pasar, al día siguiente ya veremos como acontece la cosa.

1 comentario:

odominbe dijo...

Veo alguna de estas fotos y me acuerdo de aquellas otras fotos que veíamos en el ordenador cuando estuvimos en Burgos con Amanda, en aquel blog, y nos empezabas a hablar de tus ganas de hacer esta ruta....

Pero ahora los protagonistas sóis vosotros.

Los sueños se pueden hacer realidad.

besazos a repartir