PLAYA CAJOBABO

GUANTÁNAMO-PLAYA CAJOBABO: 107 Km
Totales: 191 Km

Nueva salida de una casa, también me quería dar referencias, pero la verdad es que ni las he querido, llevo unas cuantas y aparte al final las cosas hay que dejar que fluyan un poquito.

Antes de marchar de Guatánamo, me he dedicado ha hacer unas cuantas fotos, ya que ayer con toda la historia se me hizo un poco tarde y la luz ya no era buena.

Como siempre las salidas suelen estar bastante bien indicadas, así que sin ningún problema he tomado la carretera que va hacia el aeropuerto, que a la vez es la carretera que va hacia Baracoa y evidentemente también hacia la base naval.

El primer tramo es llano, con la salvedad que los alisios soplan un poco en contra, pero bueno, esto ya lo tenía presente que tenía que sufrirlos durante un par de días, ya que luego espero que bufen a mi espalda y me permitan volar por las carreteras cubanas.

Justo pasado el control militar que da acceso a la base naval de Guantánamo, hay una pequeña subidita, así que piñon pequeño y pa'arriba. Cuando llego a la cimita, hay un par de familias cubanas que se han parado a contemplar el paisaje y que al adelantarme me han animado, así que al verme allí me han aplaudido y animado a continuar hacia adelante indicándome que lo más complicado ya estaba hecho....

Continuo con un continuo sube y baja hasta que llego a una curva donde detrás veo el mar, justo allí está la entrada de Playa Yateritas, donde decido parar para hacer unas fotos. Como no es época vacacional está solitaria y unos trabajadores del lugar me indican que en la parte superior de la edificación hay un bar donde poder tomar un refresco.

Subo las escaleras, pido mi refresco y me siento en la terraza a la sombra de una sombrilla con vistas al mar, mientras escucho la banda sonora de Juan Luis Guerra a tope, bachata tras bachata.... hasta que de repente suena visa para un sueño y sonrío, sí, esta canción me trae recuerdos (verdad Gonzalo?).

Continúo por una carretera espectacularmente bonita que va al lado del mar, como no hay mucho tránsito, puedo escuchar también las olas del mar, solo me quedan unos 20 kilómetros hasta San Antonio del sur, y como todo es tan bonito hasta los alisios me molan.

Para llegar a San Antonio se deja momentáneamente la costa, allí paro a comer algo, no quiero que me pase como el día anterior, así que en un chiringuito de carretera me como un bocata cubano y para beber, pues cerveza o cerveza..... vamos que esto es lo único que respeta todos los protocolos de la ley del viajero.

Continúo hacia Imias, que es el pueblo siguiente y donde pretendo dormir, antes de llegar veo el primer campismo, pero yo quiero dormir en el que está justo a la salida de Imias, así que continuo hacia adelante...pasan los kilómetros e Imias se va alejando, por suerte veo un chiringuito tropical de comidas y decido parar a refrescarme y de paso preguntar donde está el campismo.

Me indican que está más adelante y mientras me estoy tomando mi refresco a primera linea de mar, aparece Pedro, un sr. de Baracoa que renta habitaciones. Me indica que la suya ahora mismo está cerrada pero que si le busco él me consigue otra.... tomo su tarjeta y quedo con él que le veré bien pronto. De paso me confirma que el campismo está hacia adelante.

Salgo de nuevo a la carretera, con el gran calor y los malditos alisos de frente, pasan los kilómetros y empiezo a estar un poco aburrida de no encontrar el campismo dichoso, así que tengo varias opciones a seguir. Continuar hasta Playa Cajobabo, donde hago botella hacia Imias y me hospedo en casa de unos conocidos de Pedro que me ha indicado, o bien continuo Farola arriba hasta que se oscurezca, y entonces paro a un camión que me lleve a Baracoa.

Mientras estoy pensando aparece un indicativo de campismo, me dirijo hacia allí, estoy salvada. En la puerta se avisan los unos a los otros, hasta que llega el encargado Eduardo que me indica que tienen una visita y que ahora mismo no puede alojarme, pero me indica que pase hasta la playa y le espere allí a que se acabe la visita....hay una tienda en el campismo y aprovecho para comprar una botella de agua, por fin, ya que empezaba a estar un poco frita con mi error de compra que ha provocado que todo el día me haya hidratado con agua carbonatada (creedme creo que no es lo mejor).

Mientras estoy en la playa observo todos los movimientos que se van produciendo, Eduardo se me acerca para pedirme el pasaporte, más tarde me pregunta si quiero cenar y si quiero que la encargue.... yo mientras a la expectativa de salir corriendo.

Finalmente las visitas se han ido y me ubican en una de las cabañas (bastante cutres a decir verdad) pero bueno siempre es mejor esto que no la calle. A las 19:30 me viene a buscar para ir a cenar a casa de alguien, me lleva por una carretera oscura y finalmente llego a una casa, veo a una mujer y niños por tanto decido entrar.

Se trata de Jose un amigo suyo que se está intentando meter en el negocio. Me hacen una cena de aupa, de las que hasta ahora no había visto.... no soy la única, ya que antes de mi había una pareja extranjero-cubana también cenando. Antes de acabar de cenar Eduardo me viene a buscar, me acompaña hasta el camping y me ofrece un poco de conversación el en porche de su cabaña.

Al rato decido despedirme, estoy cansada y a la mañana siguiente tengo que madrugar si quiero empezar a darle al pedal con las brisas de la mañana. Antes de despedirme intercambio de direcciones, le prometo que hablaré muy bien de él, de hecho su hospitalidad ha sido sublime teniendo en cuenta como pintaban las cosas y que mi lonely planet estaba equivocada. Este dato es muy valioso, el saber que en Playa Cajobabo ayudan a los cicloturistas, al parecer no soy la única que ha recaído aquí.

Cuando llego a mi cabaña me estiro en la cama, no estoy muy segura si me levantaré entera, si estuviera con alguien haría una porra por saber quien me va a comer antes, o los mosquitos del lugar o el lagarto con el que comparto habitación, porque pedazo lagarto!.